Toda novedad no es sino un olvido.


Ya no llevo la cuenta de los días. ¿Dirías: mi sueño del 14 de noviembre pasado? Hay intervalos, pero intercalados entre sueños, y no queda conciencia de ellos. El mundo que me rodea está desintegrándose, y deja aquí y allá lunares de tiempo. El mundo es un cáncer que se devora a sí mismo.