Toda novedad no es sino un olvido.


Cantaré para vosotros, desentonando un poco tal vez, pero cantaré [...]. Para ti, Tania, canto. Quisiera cantar mejor, más melodiosamente, pero entonces quizá no hubieses accedido nunca a escucharme. Has oído cantar a los otros y te han dejado fría. Su canción era demasiado bella o no lo bastante bella.