Toda novedad no es sino un olvido.


La gran fatiga de la existencia tal vez no sea, en una palabra, sino ese mero esfuerzo que realizamos para seguir siendo veinte años, cuarenta, más aún, razonables, para no ser simple, profundamente nosotros mismo, es decir, inmundos, atroces, absurdos. La pesadilla de tener que presentar siempre como un ideal universal, superhombre de la mañana a la noche, el subhombre claudicante que nos dieron. —Louis-Ferdinand Céline