Toda novedad no es sino un olvido.


Ya hace mucho años de esto.  La pared de la escalera por donde yo vi ascender el reflejo de la bujía, ha largo tiempo que ya no existe.  En mí también se han deshecho muchas cosas que yo creí que durarían para siempre, y se han alzado otras nuevas, preñadas de penas y alegrías nuevas que entonces no sabía prever, lo mismo que hoy me son difíciles de comprender muchas de las angustias.