Toda novedad no es sino un olvido.


Llegado el instante fatal en que el velo de la ilusión sólo se
desgarra para dejar al hombre reducido al cuadro cruel de sus errores y sus
vicios, ¿no te arrepientes, hijo mío, de los múltiples desórdenes a los que te
condujo la humana debilidad y fragilidad?