Toda novedad no es sino un olvido.


[Sobre El grito] Iba caminando con dos amigos por el paseo — el sol se ponía — el cielo se volvió depronto rojo — yo me paré — cansado me apoyé en una baranda — sobre la ciudad y el fiordo azul oscuro no veía sino sangre y lenguas de fuego — mis amigos continuaban su marcha y yo seguía detenido en el mismo lugar temblando de miedo — y sentía que un alarido infinito penetraba toda la naturaleza. —Edvard Munch